(TELAM) Dos columnas de representantes de organizaciones sociales, políticas y gremiales arrancaron este fin de semana por distintas rutas (obstaculizadas por el británico Joe Lewis) su camino hacia lo que denominaron «la cueva de un poder mafioso que busca condicionar la democracia».
Con dirigentes políticos, militantes gremiales y sociales de distintos puntos del país, que representan a más de 120 organizaciones, y el respaldo de más de un millar de personas, avanzó este domingo la 7ma. Marcha a Lago Escondido, propiedad del magnate británico Joe Lewis.
Con dos columnas de manifestantes, la protesta (que continúa con más gente que irá hacia Lago Escondido) intentará llegar a orillas de ese lago para denunciar que en esa zona, donde tiene su estancia Lewis, existe un «enclave británico» que funciona como «la cueva de un poder mafioso que busca condicionar la democracia», según denuncian los organizadores.
Este lunes, desde las 11, se realizará una concentración de los referentes del sector en las inmediaciones del hotel-camping «El Pueblito», de la localidad de El Bolsón, Río Negro, donde se definirán distintos aspectos de la movilización que tendrá su epicentro en las cercanías del lago, prevista para el próximo miércoles.
El coordinador de prensa de la Fundación Interactiva Para Promover la Cultura del Agua (FIPCA), Martín Amor, confirmó a Télam, que «la columna de montaña Juana Azurduy avanzó en su marcha rumbo a Lago Argentino».
«Tras 9 horas de caminata y 13 Kilómetros de senderos que ascienden hasta los 650 metros sobre el nivel del mar, los 76 integrantes de la columna ‘Juana Azurduy’ cerraron la primera jornada de la Séptima Marcha Por La Soberanía, en el refugio La Horqueta», informó.
Este contingente, con los dirigentes Alejandro Meyer y Sergio Cuestas a la cabeza, lleva alrededor de una tonelada de equipamiento y está conformado por personas de Buenos Aires, Capital Federal, Corrientes, Santa Fe, San Luis, Córdoba, Chubut, Río Negro, Mendoza, Misiones y Neuquén, entre quienes se encuentran referentes como el padre Paco Olveira (Curas en la Opción por los Pobres), José «Pepe» Sbatella y el dirigente perinista porteño Jorge Rachid.
Rachid, en la edición del año pasado, «debió ser rescatado en helicóptero tras ser hostigado mediante amenazas físicas y verbales por un grupo de cuarenta personas que responden a las órdenes de Nicolás Van Ditmar -administrador de las propiedades de Joe Lewis-, que no permitieron a la columna, desembarcar en las costas del lago Soberanía, tratándose este lugar, de acceso público», explicó Amor.
La nueva manifestación a Lago Escondido arrancará con dos columnas que marcharán por los dos accesos habilitados por la justicia rionegrina: el sábado un grupo comenzó la travesía por el camino de montaña (más extenso y de mayor dificultad); la mayor parte de los manifestantes, en tanto, se trasladará el lunes hasta el camino de «Tacuifí» para tratar de completarlo y llegar al lago.