Fue entregado por CFK lo presentó en el Senado a un Comité de Expertas en la materia de la OEA.se publicó un video en el que se solicita «la intervención» de organismos internacionales.

El intento de magnicidio cometido contra la actual vicepresidenta y dos veces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, constituye el hecho de mayor violencia política desde el retorno de la democracia en nuestro país.

Entre sus denuncias, el documento afirma que «la escalada de violencia por motivos políticos y de género hacia su figura no es novedosa, sino que posee un triste desarrollo que lleva dos décadas y responde a distintos motivos, los cuales se conjugan, complementan y retroalimentan entre sí. Por tales motivos, para el presente informe se desarrollarán las notas generales que hacen a la violencia ejercida contra Fernández de Kirchner, especialmente la de tipo político, ejercida en su contra a raíz de las políticas implementadas durante sus dos mandatos presidenciales como así también la ejercida en su contra por grupos de poder políticos y mediáticos a raíz de su condición de mujer, es decir, por motivos de género.
Sobre este punto, es importante remarcar que la violencia y la estigmatización a la que se sometió a Fernández de Kirchner durante dos décadas no son excluyentes, no funcionan de manera autónoma y aislada sino que por el contrario son marcos y contextos que se retroalimentan entre sí, reflejando y potenciando la violencia en su contra, generando su despersonificación y su objetivización, con la clara finalidad de diluir hasta la inexistencia su estatus de persona, para así justificar e incentivar cualquier tipo de agravio, injuria o ataque en su contra.


También es importante destacar que se trata de la única política en toda la historia de nuestro país que ha ocupado la totalidad de los cargos electivos que están previstos en la Constitución: Diputada Nacional, Senadora Nacional, Convencional Constituyente, Presidenta de la Nación (dos mandatos) y, actualmente, Vicepresidenta de la Nación. En tal sentido, su nombre es el que más veces ha sido ingresado en las urnas en las elecciones democráticas del país, lo que -lamentablemente- es exactamente proporcional a la violencia y agresiones a las que ha sido sometida por determinados grupos de poder, como se señalará en el presente informe.

Sobre la violencia mediática y simbólica ejercida en contra de Fernández de Kirchner por motivos de género
Cristina Fernández de Kirchner fue víctima de incesantes ataques en su contra que constituyeron clarísimos casos de violencia simbólica y mediática por motivos de género, en el que se utilizó su condición de mujer para denostarla, denigrarla, desprestigiarla y violentarla. Los constantes ataques mediáticos en los medios de comunicación son de larga data y comenzaron, centralmente, desde que asumió como presidenta de la Nación. La entonces presidenta en su acto de asunción, en el año 2007, dijo: “…Sé que faltan muchas cosas, sé que tendremos que corregir otras. Estoy convencida de que lo vamos a poder hacer con el esfuerzo y el trabajo de todos los argentinos. También -porque saben, que la sinceridad es uno de mis datos proverbiales- sé que tal vez me cueste más porque soy mujer, porque siempre se puede ser obrera, se puede ser profesional o empresaria, pero siempre nos va a costar más. Estoy absolutamente convencida…” Como se dijo, su condición de mujer motivó severos ataques en su contra. Los ejemplos de violencia mediática y simbólica hacia ella son interminables, ya que Fernández de Kirchner es la política más acosada mediáticamente de la historia de nuestro país, con veinte años de ataques sistemáticos, hostigamientos, insultos, burlas, acusaciones falsas e incitaciones constantes y permanentes a ejercer la violencia en su contra. Para dar cuenta de la grotesca, violenta y explícita misoginia ejercida contra Fernández de Kirchner pueden utilizarse ciertos ejemplares de la revista Noticias, el periódico informativo formato magazín de mayor difusión del país.
Utilizando herramientas propias del campo de la semiótica social visual para analizarlas, podemos advertir las referencias utilizadas en la construcción de la figura política de Fernández de Kirchner, atravesadas por los estereotipos de género de orientación sexista y misógina. Las tapas de la Revista Noticias representan la faz más burda y grotesca de la persecución mediática a Cristina Fernández de Kirchner (que ni por asomo se agota en ellas, ya que el hostigamiento ocupó y ocupa casi la totalidad del tiempo de aire de los programas políticos del monopolio Clarín y también del grupo La Nación), ya que refuerzan y reproducen prejuicios sobre su figura política, los que tienen contenido manifiestamente sexista y misógino.
Para ello también se adjuntará al presente informe un anexo documental con algunos ejemplos de este tipo de construcción mediática de la figura de la Dra. Kirchner, en los que resaltan, como se dijo, la utilización abusiva y repetitiva de los más clásicos estereotipos negativos de género.
La imagen política de Cristina Fernández de Kirchner en estos medios de comunicación se caracteriza por una construcción diferenciada, como se dijo, en los que se utilizan y refuerzan estereotipos de género para descalificarla y agraviarla tanto personal como políticamente. Entre ellas se destacan tapas de revistas en las que se mostraron a la entonces Presidenta en claras posiciones que ostentaban connotaciones sexuales, demonizando que fuese una mujer la que ejerciera la Presidencia de la Nación, lo que implicó un claro ataque a su condición de género.
Dichas imágenes incitan y generan violencia, reforzando las desigualdades estructurales existentes al interior de la sociedad entre hombres y mujeres. Es por ello importante resaltar que los ataques, entonces, no eran solo dirigidos a su persona, sino que eran una forma de ejercer violencia mediática y simbólica contra todas las mujeres, con una clara vocación aleccionadora y disciplinante. No solo se ofendía a una mujer específica, en este caso a la entonces Presidenta de la Nación, sino que se agraviaba al género femenino en sí mismo: ese es el alcance y las consecuencias de la violencia mediática desplegada en contra de la figura de Fernández de Kirchner por motivos meramente sexistas, incluso relegando muchas veces la violencia ejercida en su contra por motivos netamente políticos.
Tampoco puede dejar de observarse que se buscaron instalar en la sociedad otros estereotipos negativos asociados a las mujeres, en especial aquellos que hacen a la salud mental, ya que sobre Fernández de Kirchner se han llegado a inventar falsos diagnósticos emitidos en televisión en vivo, para desacreditar su figura política. De esa manera, la figura de Fernández de Kirchner buscó ser denostada al ser asociada a la locura, algo que el ex presidente Macri solía expresar de manera manifiesta1.
Se generó, de esta forma, un cóctel explosivo: los ataques embestidos contra su figura tenían distintos orígenes y motivaciones, pero todos tenían una nota común, esta es, su violencia, su agresividad, su demonización, los que buscan deshumanizar la figura de Fernández de Kirchner frente a la opinión pública, con las consecuencias que ello implica, tal y como se describirá en el presente informe.
La relevancia de este tipo de análisis también se justifica ya que implica pensar en la relación existente entre determinados monopolios mediáticos y la democracia en nuestro país: es importante reflexionar sobre la representación y el imaginario social que se construye desde determinados monopolios de comunicación masiva. Determinados grupos mediáticos (que por su posición monopólica en el mercado constituyen verdaderos factores de poder en nuestro país) son actores claves en el funcionamiento social que no solo producen, sino que pujan por imponer sus propias representaciones e inscribir las mismas dentro del imaginario social y de la consciencia colectiva. Dichas publicaciones, impulsadas por estos medios de comunicación masiva y formadores de opiniones naturalizan y refuerzan el machismo, el sexismo y la misoginia existente en toda sociedad, con las graves consecuencias de género que ello ocasiona.
Dichos grupos mediáticos conforman un entramado político, social y económico fuerte, cuya principal función es generar sentido en la sociedad. No actúan como grupos periodísticos, sino que intervienen en la realidad como grupos de poder que actúan políticamente por motivaciones netamente económicas. En este caso, también conjugaron la misoginia y la persecución.
Es por ello que, como se dijo, también se ataca a Fernández de Kirchner por motivos exclusivamente de género, buscando reproducir y mantener vigentes los estereotipos circunscribiendo el espacio de las mujeres al ámbito privado, donde el carácter debe ceñirse a la docilidad y a la sumisión y donde la participación social de las mujeres debe limitarse a las labores domésticas o maternales. Fernández de Kirchner los desafió y el precio a pagar fue la violencia, el hostigamiento y el acoso mediático recibido sistemáticamente, de manera diaria y permanente. Se atacó de manera constante la osadía de Fernández de Kirchner: por desafiar aquellos prejuicios que excluían a las mujeres de los espacios y trabajos públicos.

Sobre la violencia política ejercida en contra de Fernández de Kirchner. Violencia política por motivos de género.
La convicción y la eficacia de las políticas públicas diseñadas e implementadas durante las presidencias de Fernández de Kirchner, entre los años 2007-2015, explican también gran parte de la ejecución de las hostilidades ejercidas en su contra.


Principalmente, durante sus gestiones de gobierno la ampliación de la ciudadanía real y sus respectivos derechos fue un imperativo que se hizo realidad a partir de políticas muy concretas, las que exceden los objetivos de este informe, pero que sin embargo deben ser señaladas al menos de manera genérica, para dar cuenta del contexto en el cual la violencia política se ejerció.

Entre sus principales objetivos y cometidos pueden contarse: la redistribución de la riqueza; el diseño de políticas y planes proindustriales destinados a ampliar la capacidad y la matriz productiva del país; la reducción sustancial de la desocupación y la pobreza; la mejora de la capacidad adquisitiva de los salarios de los trabajadores; la ampliación y el robustecimiento del sistema provisional destinado a asistir a jubilados y pensionados; el desendeudamiento en monera extranjera para ampliar la soberanía nacional en materia económica y reducir la dependencia de organismos de créditos internacionales que condicionaban el dictado de políticas públicas nacionales; la protección de personas en situación de vulnerabilidad, en especial de las mujeres en situación de violencia de género; la ampliación y mejoramiento de la educación pública de nuestro país; etc.
Estas políticas públicas y tantas otras fueron parte de su proyecto de gobierno, de clara orientación nacional y popular, dirigido a, en definitiva, mejorar la calidad de vida de las grandes mayorías. Por tales motivos, Fernández de Kirchner tuvo que enfrentar las resistencias que sus políticas generaron en determinados grupos de poder, los que confrontaban con su proyecto político y buscaban demonizar y anular a éste para asegurar sus privilegios y evitar los resultados expansivos en materia de ciudadanía real que su gobierno estaba generando.
Como resultado de la oposición a su gobierno, la violencia desplegada en contra de la figura de Fernández de Kirchner se realizó principalmente a través del hostigamiento mediático ejercido en su contra, el cual fue incesante y continuo durante sus dos mandatos de gobierno.
Ello ha sido declarado incluso por uno de los periodistas más importantes del Grupo Clarín, principal monopolio mediático que junto a otros (como el Grupo La Nación) encarnó hacia su figura lo que fue definido como periodismo de guerra.2
Sin embargo, esa misma violencia, impulsada por estos medios de comunicación y ejercida en sinergia con la dirigencia política encontró en los últimos años su faceta judicial. Es decir, la violencia no solo se dio a través del hostigamiento y el acoso mediático, sino que se conjugó con el accionar espurio e ilegal de uno de los poderes del Estado.
Así lo expresó Julio Blanck (editor en jefe del diario Clarín): “A ver: ¿hicimos periodismo de guerra? Sí. Eso es mal periodismo. Fuimos buenos haciendo guerra, estamos vivos, llegamos vivos al final, al último día. Periodismo eso no es como yo lo entiendo, no es el que me gusta hacer. Y yo lo hice, no le echo la culpa a nadie, yo lo hice. Eran las circunstancias e hice cosas que en circunstancias normales por ahí no hubiese hecho, en términos de qué posición tomar o de cierta cosa terminante”.
Estado, en este caso, sectores minoritarios pero muy poderosos del Poder Judicial: no solo la acusaron de manera simultánea en múltiples causas penales de ridícula justificación, sino que se utilizaron las mismas para atacarla de manera personal: no solo llegaron a filtrar en el prime time televisivo sus conversaciones privadas con su círculo de confianza (violando todas sus garantías y derechos personalísimos, lo que hubiese sido motivo de escándalo institucional en cualquier otro país) sino que también, por ejemplo, se realizaron allanamientos en sus propiedades que culminaron en la destrucción de las mismas.
Si bien se adjuntará al presente anexo el detalle de las arbitrariedades e ilegalidades cometidas en los procesos judiciales en contra de Fernández de Kirchner , es importante destacar que en todos los procesos judiciales seguidos contra ella se violaron de forma ostensible los derechos y garantías que hacen al debido proceso constitucional, quebrantando una serie de derechos políticos de la Vicepresidenta de la Nación, los que se encuentran reconocidos en la Constitución Nacional y en tratados internacionales, tales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El reciente veredicto condenatorio, arbitrario, infundado y motivado políticamente contra Cristina Kirchner, uno de los episodios persecutorios que conmocionó en los últimos tiempos, no se trata de un hecho aislado, como tampoco lo es la desganada investigación del atentado que estuvo a punto de costarle la vida.
En contra de Fernández de Kirchner se orquestó una auténtica persecución política en sede judicial, lo que demuestra un claro caso de violencia política cometida en su contra agravada por motivos de género.
Ello implica la continuidad de una campaña de odio antipopular, violencia verbal y criminalización, cuya intensidad evoca la dictadura de 1955 y hasta la supera. Si bien nuestra América es rica en ejemplos de lawfare, el caso argentino presente características folklóricas harto singulares, en particular por la obcecación reiterativa de denuncias, causas y procesos.
Para contextualizar, se recuerda que entre 2015 y 2019, Fernández de Kirchner fue procesada en trece causas penales, más otras ya ahora resueltas en los años posteriores. En casi todos los casos intervinieron los mismos jueces: Bonadio y Ercolini en primera instancia y en casación Hornos y Borinsky.
Cabe numerarlas: 1) Causa nº 12.152/2015 (“Dólar futuro”), instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11, a cargo del juez Claudio Bonadio. 2) Causa nº 5048/2018 (“Obra pública vial”), instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 10, a cargo del juez Julián Ercolini. 3) Causa nº 3732/2016 (“Los Sauces”), instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 10, a cargo del juez Julián Ercolini y ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correcional nº 11, a cargo del juez Bonadio. 4) Causa nº 11.352/2014 (“Hotesur”) instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 10 a cargo del juez Julián Ercolini y ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 5) Causa nº 9.608/2018 (“Cuadernos – Causa principal”) instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 6) Causa nº 13.816/2018 (“Cuadernos – concesiones viales”) instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 7) Causa nº 13.820/2018 (“Cuadernos – concesiones ferroviarias – Hidrovía”) instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 8) Causa nº 3710/2014 (“Cuadernos – Subsidios colectivos”) instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 9) Causa nº 18.590/2018 (“Cuadernos – Corredores viales”) instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 10) Causa nº 10.456/2014 (“Gas licuado”), instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 11) Causa nº 15.386/2018 (“Prontuario de Hipólito Yrigoyen y carta del Gral. San Martín”) instruida ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 12) Causa nº 18.704/2018 (“Vuelos presidenciales”) ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio. 13) Causa nº 14.305/2015 (“Memorándum”) ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 11 a cargo del juez Bonadio.
El fallecido juez Bonadio llegó a citar a Cristina a nueve indagatorias en un mismo día y, además, cometió un clarísimo delito de prevaricato al procesarla por traición a la Nación, pues la Constitución Nacional desde 1853 copió textualmente y como garantía el modelo norteamericano y, por ende, se trata de un delito que sólo puede cometerse en guerra (art. 119 constitucional).
Sobre este punto, se adjunta como anexo al presente informe una denuncia presentada por un grupo de juristas de gran renombre internacional ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU en nombre de la Vicepresidenta de la Nación Argentina. El grupo de juristas está encabezado por Raúl Zaffaroni, ex miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y ex juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; Patricio Pazmiño Freire, jurista ecuatoriano de renombre que a su vez fue Presidente de la Corte Constitucional de Ecuador; Baltazar Garzón Real, jurista español de enorme trascendencia internacional, destacado por su actuación en la investigación de los crímenes franquistas y también de los cometidos por ejemplo por la dictadura argentina; Juárez Tavares, destacado jurista brasileño; y los juristas italianos, Sergio Moccia, Antonio Cavaliere y Francesco Schiaffo, titulares de prestigiosas cátedras de universidades italianas.

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Por Por Redacción Metaversoar

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