Tenía 84 años y había sufrido un infarto en diciembre. Cuando era adolescente cometió un homicidio junto a una amiga. Esa historia fue llevada al cine y protagonizada por Kate Winslet.
La célebre autora británica de novela negra Anne Perry murió en Los Ángeles, Estados Unidos, a los 84 años, según anunció su editor francés. La novelista había sufrido un infarto en diciembre y desde entonces su salud quedó muy deteriorada.
Consagrada como la reina del crimen victoriano gracias a su minuciosa recreación de los claroscuros, contrastes y ambigüedades de la sociedad de esa época, en su biografía sobresale también un delito real protagonizada por ella misma: de adolescente ayudó a su mejor amiga a matar a su madre. Este trágico suceso inspiró la película Criaturas celestiales (1994) de Peter Jackson.
Nacida en Blackheath, Inglaterra, en 1938, y con el nombre de Juliet Hulme, Perry fue una popular novelista que vendió más de 25 millones de ejemplares en todo el mundo. Entres sus novelas más destacadas están Los crímenes de Cater Street (1979), que inauguró la serie de uno de sus personajes más icónicos, el inspector Thomas Pitt, acompañado siempre de su perspicaz esposa Charlotte; Incendios de Highgate Rise o Un mar oscuro, protagonizada por el detective William Monk.
LEÉ: El escritor francés Pascal Quignard ganó el Premio Formentor de las Letras 2023
Su escolarización fue interrumpida en varias ocasiones por los frecuentes cambios de domicilio y sucesivas enfermedades, que la llevaron a dedicarse apasionadamente a la lectura. En 1954, cuando tenía 15 años y vivía en Nueva Zelanda, sus padres le anunciaron que se separaban y debían mudarse. La adolescente confió en que su mejor amiga, Pauline Parker, seguiría el mismo camino, pero la madre de esta, Honora Mary Parker, se opuso.
Las dos niñas decidieron entonces asesinar a la mujer, que murió tras recibir una veintena de golpetazos con un ladrillo. El crimen provocó una enorme conmoción en el país -el matricidio estuvo acompañado de rumores de una relación amorosa entre las cómplices, aunque ellas lo negaron- y fueron juzgadas.
Hulme pasó cinco años en la cárcel y tras quedar libre, bajo la condición de no volver nuna a contactar a su amiga, trabajó como azafata antes de hacerse mormona y establecerse en un pequeño pueblo escocés.
Su padre, que trabajó como astrónomo, matemático y físico nuclear, fue quien la animó a dedicarse a la escritura. Tardó veinte años en publicar su primer libro. Durante todo ese tiempo realizó diferentes trabajos para ganarse la vida y dedicarse a lo que realmente era su pasión: escribir.
Ya bajo el nombre de Anne Perry inició una exitosa carrera literaria, especialmente con sus series de novela negra ambientadas en la Inglaterra victoriana, que cuentan con más de treinta entregas. Su última ficción fue The Traitors Among Us, la quinta entrega de su nueva serie dedicada a otra detective, Elena Standish, y que se publicará en septiembre.
Perry fue reconocida por The Times como una de las 100 mejores escritoras del crimen del siglo XX. Su editor francés destacó «sus personajes sobresalientes, su precisión histórica, la calidad de sus novelas policiales y su interés por las cuestiones sociales». En sus ficciones, según explicó a Publishers Weekly en 2014, se centraba en «la presión de las investigaciones criminales» que sufrían sus protagonistas.