Con la alfombra roja mojada por la lluvia, el festival que comienza su segundo tramo con algún guiño de sol en la Croisette, repuso el ya clásico «Thelma y Louise» en la playa con una platea apenas protegida, y proyectó lo último de Tod Haynes y Karim Ainouz.
TELAM – Por un rato apareció el sol, entre el mediodÃa y la caÃda de la tarde, luego volvió a llover y el cielo se nubló nuevamente como sucede desde el primer dÃa de esta septuagésima edición del Festival de Cannes, que aun no entrega esas pelÃculas deslumbrantes a las que la muestra francesa nos tiene habituados.
Extrañamente para esta época del año, esta parte de la Riviera Francesa permanece lluviosa y con temperaturas templadas, la gente no se acerca a las playas ni se baña en el Mediterráneo.
Sin ir más lejos, anoche, el espacio gratuito Cinema a la Plage, proyectaba «Thelma y Louise», de Ridley Scott, que la gente miraba sentada en reposeras sobre la arena y con paraguas protectores, una rareza que solo una pelÃcula tan entrañable puede soportar.
Pionera a las declaraciones feministas y que hoy resaltarÃa por su postura polÃtica, cuando en su momento se la elogió por virtudes mucho más cinematográficas, la historia de las dos mujeres que deciden andar caminos propios sigue siendo, sobre todo, una radical apuesta libertaria, en el mejor sentido del término.
El Festival entregó hoy en su Competencia Oficial por la Palma de Oro dos filmes que no descollaron ni por temática ni por alturas experimentales.
Las pelÃculas no se asemejan ni por asomo, a no ser que la dupla actoral está compuesta otra vez por dos estupendas actrices, en este caso: Julianne Moore y Natalie Portman.
La historia es la siguiente: Portman (Elizabeth Berry) es una actriz de televisión que está por interpretar un drama cinematográfico basado en la historia de Grace Atherton Yoo (Julianne Moore), que 20 años atrás rompió su matrimonio para liarse con un joven de 13 años que era empleado suyo en un comercio. El tema fue escándalo nacional y ahora Berry visita la casa de Atherton Yoo que sigue casada con aquel que fue un adolescente para poder conocerla mejor para interpretar el papel cinematográfico.
Lo mejor del filme es sin duda la actuación de dos grandes actrices como Moore y Portman, que todo el tiempo disciplinan sus interpretaciones para no caer en derroches melodramáticos, igualmente la pertinencia del filme y la actualidad de su temática no son fácilmente comprensibles.