Según el ex Jefe de Gobierno, a “Morenita” Marín “lo usaron y después quedó como materia de descarte. Su muerte tranquiliza a muchos».
El ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra vinculó la muerte de Federico Sebastián «Morenita» Marín, el narcotraficante más buscado que estaba prófugo desde febrero pasado, durante un supuesto enfrentamiento con la Gendarmería Nacional y la Policía Federal, con la condena que sufrió el ex juez federal de Corrientes Vicente Soto Dávila.
“Anoche las fuerzas de seguridad acribillaron a ‘Morenita’ Marín, uno de los mayores narcos de la Argentina que se encontraba prófugo desde febrero del 2023”, recordó Ibarra en un hilo en la red social X.
“‘Morenita’ Marín, luego de ser detenido, había acordado con el fiscal Diego Iglesias, titular de la PROCUNAR, un mentiroso arrepentimiento en 2018 para involucrar en supuestas coimas a un juez federal correntino con competencia electoral y a sus secretarios. Contar con esas vacantes le interesaba al anterior gobierno”, insistió Ibarra.
En ese contexto, subrayó que “el falso abogado D’alessio, hoy acusado de extorsión, participó en las supuestas investigaciones contra el juez federal de Corrientes. Marín no precisó fugarse de la cárcel. Como retribución por su ‘colaboración’ el fiscal Iglesias consiguió en octubre de 2022, la prisión domiciliaria que la propia PROCUNAR había pedido insistentemente desde 2019”.
Ibarra consideró que “esa prisión domiciliaria es inexplicable jurídicamente”, pues “Marín había sido condenado a 20 años de prisión (12+8), era reincidente, era jefe de una banda de narcotraficantes que utilizaba armamento pesado, había estado prófugo varios años -antes del 2018- y tenía causas abiertas en medio país”.
“Los fiscales le consintieron la prisión domiciliaria a un jefe narco con el argumento de que tenía hijos menores -que estaban con la madre- y porque tenía hemorroides. Ahora explicarán cómo fue acribillado. Lo que no pueden explicar -y nadie pregunta- es por qué le dieron la prisión domiciliaria a un jefe narco reincidente y condenado a 20 años de prisión que sólo tuvo que abrir la puerta de su casa para fugarse”, embistió el ex alcalde porteño.
Ibarra es el abogado defensor del ex juez Soto Dávila, condenado en junio pasado por un tribunal oral a seis años de prisión acusado por tres casos de cohecho a imputados por narcotráfico para beneficiarlos con resoluciones emitidas por su juzgado.
Según Ibarra, a “Morenita” Marín “lo usaron y después quedó como materia de descarte. Su muerte tranquiliza a muchos porque la posibilidad de que cuente cómo se ‘arrepintió’ y cómo negoció su arrepentimiento se termina”.