BEIJING (AP) — Wang Lidan hacía un viaje lleno de emoción por el Año Nuevo Lunar desde Beijing, donde trabaja como peluquera, a su localidad natal en el nordeste de China. Era la primera vez en tres años que hacía el recorrido, después de que el gobierno levantara los estrictos protocolos de “cero COVID” que mantuvieron a millones de personas recluidas en sus casas y desencadenaron protestas.

La relajación de las restricciones dio vía libre a los deseos acumulados de viajar, especialmente en las fechas más señaladas en China para las reuniones familiares. El feriado, conocido en China como el Festival de Primavera, puede ser la única vez en todo el año en la que los trabajadores urbanos regresan a sus poblaciones de origen.

El gobierno chino estima que se hagan 2.100 millones de desplazamientos durante un periodo de 40 días en torno al Día de Año Nuevo, que se celebra el domingo.

“Las restricciones se han levantado, lo que me tranquilizó. De modo que creo que es hora de ir a casa”, dijo Wang antes de entrar en la Estación de Tren de Beijing para un viaje a la provincia de Heilongjiang.

En diciembre, China interrumpió de forma repentina las pruebas diagnósticas casi diarias y el control con códigos QR sobre la población, después de que la frustración pública provocara protestas en Shanghái y otras ciudades. Este mes retiró la mayoría de las restricciones que quedaban, incluido el requisito de una costosa y prolongada cuarentena para los viajeros de países extranjeros.

Muchos gobiernos locales habían introducido sus propias normas de cuarentena a los viajeros llegados de fuera de su zona. Eran esas normas las que habían impedido a Wang salir de Beijing, señaló.

“Si había un brote en Beijing, yo habría tenido que hacer cuarentena en mi localidad natal. Y cuando volviera a Beijing, habría tenido que hacer cuarentena de nuevo”, explicó.

“Me perdería el Festival de Primavera y retrasaría el regreso al trabajo si hacía dos cuarentenas”, añadió. ”¡Muy incómodo!”.

Hu Jinyuan, de la provincia oriental de Shandon, logró volver a su casa todos los años pese a las complicaciones. Dijo que pensaba mantener las pruebas frecuentes de COVID-19 y otras medidas preventivas porque los contagios han subido y los hospitales están llenos tras el levantamiento de las restricciones.

Por Por Redacción Metaversoar

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