El actor dejó al descubierto en la televisión paraguaya un tema que debe discutirse en tiempos de corrección política.
NA – “No me molesta, pero si yo lo hago al revés tengo una demanda. Si yo te digo ‘a ver si es de verdad…’, todos dirían ‘¡ehhh!’. Y vamos todos presos. Si lo hacés vos es gracioso; si lo hago yo voy preso. Porque la igualdad (entre el hombre y la mujer) no existe. No la vendamos como humo. Pero no importa, vinimos a otra cosa…”, dijo Luciano Castro en el programa que conduce Dallys Ferreira en Paraguay. ¿Qué le hicieron al actor argentino para que respondiera eso? Dora Ceria, coconductora del ciclo, le tocó el hombro para comprobar que era «de verdad» (no se sabe si se refería a que si existe realmente o si quería hablar de su físico tan elogiado).
Es cierto que existe una discrepancia en la percepción de las interacciones físicas según el género de los involucrados. Si una mujer toca a un hombre, sea en televisión o en otro ámbito es mucho más aceptado que si un hombre toca a una mujer. Esto podría ser tomado incluso como inaceptable y podría terminar en una denuncia penal o en una cancelación, como se dice en estos tiempos a la persona a la que la sociedad le bajó el pulgar.