El Papel de las Políticas Sociales en la construcción histórica.Las políticas sociales constituyen formas de intervención del Estado en la denominada cuestión social.

El Papel de las Políticas Sociales en la construcción histórica. Reflexiones desde el Trabajo Social

Por la Dra. Silvana Martínez Directora del Doctorado en Trabajo Social UNMDP

Las políticas sociales constituyen formas de intervención del Estado en la denominada cuestión social. Su rasgo más característico es que, como toda política pública, responden a la concepción ideológica de los grupos dominantes que, en un determinado momento histórico, detentan legítima o ilegítimamente el poder del Estado. En el mismo sentido, en cada momento histórico, desde la perspectiva de las políticas sociales, emergen distintas concepciones, representaciones o imágenes acerca de los sujetos sociales destinatarios de las mismas.

La construcción del imaginario institucional

Este imaginario institucional no es un hecho espontáneo o casual, sino que es un constructo histórico que resume y condensa las determinaciones ejercidas desde lo ideológico, político, económico y sociocultural. Este gobierno (y sus lacayos comunicacionales) instaló en el imaginario social la idea de “casta” y “motosierra”. Estas expresiones aparecen como “lo nuevo” de la política, un discurso virulento que muchos compraron, creyendo que no se refería ni les tocaría a ellos. Sin embargo, los que hemos estudiado la historia argentina, investigado en el campo de las ciencias sociales y también padecido la crisis del 2001, sabemos que de nuevo no tiene nada y que estas expresiones son en realidad un eufemismo del ajuste estructural, recorte de la inversión social, destrucción del aparato productivo, pobreza, exclusión, explotación y demonización de la política y desguace del Estado.

El ataque a los derechos sociales

Milei y sus funcionarios vinieron por todo y por todos. Vinieron no sólo por los derechos de los trabajadores, sino por TODOS LOS DERECHOS: derechos sociales, derechos a la libertad de expresión, derecho a la vivienda, al trabajo, a las vacaciones, a la salud, a la alimentación, a la educación, a una jubilación digna, etc. Por eso vinieron por el ESTADO, porque es a través y por medio del Estado que estos derechos (producto de conquistas sociales históricas) se pudieron materializar. Por eso el Presidente vomita odio contra el Estado. Lo más paradójico y cínico es que él representa a ese Estado que tanto denosta. En realidad, lo que odia Milei es al ESTADO DE DERECHO, al ESTADO como actor central para garantizar la JUSTICIA SOCIAL, al ESTADO PRESENTE para y por el Pueblo argentino. Pueblo que también desprecia.

Modelos históricos y consecuencias sociales

Por eso hace referencia y tiene como modelo a la “Generación del 37”, del siglo XIX, conformada por intelectuales que despreciaban todo lo nativo y lo popular, donde unos pocos privilegiados vivían a costa de las mayorías populares, hambreadas por la oligarquía y la aristocracia argentina. Época anterior al Estado de Bienestar o Estado de Protección Social y las Políticas Sociales, donde lo único que existía era la “Sociedad de Beneficencia”, conformada por mujeres blancas de la alta sociedad porteña, que se dedicaba a hacer caridad a los pobres menesterosos. Donde se concebía la pobreza no como problema social, sino como resultado de situaciones individuales producto del infortunio y donde primaba la asistencia concebida no como derecho, sino como dádiva.

Reflejos actuales de modelos pasados

Milei y sus funcionarios también hacen referencia y tienen como modelo otra etapa nefasta de la historia argentina, el Menemismo de la década de 1990, donde, casualmente, en el campo de las políticas sociales, se aplican criterios de focalización, asistencialización, compensación y privatización. Otro rasgo característico de la política social menemista fue la deserción del Estado en este campo y su pretendido reemplazo por el mercado y por las ONGs, bajo la supuesta búsqueda de mayor eficiencia y eficacia en la aplicación de dichas políticas.

La actualidad: Desigualdades sociales agravadas

En este caso, cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia. Es producto de la misma ideología clasista, racista, patriarcal, colonial, encarnada ahora en estos actores que aparecen como “novedad”, como “anticasta”, cuando en realidad es el regreso del mismo grupo históricamente privilegiado, profundamente “antipopular”, “antipatria” y “antiderechos”. La consecuencia más aguda y visible de esto es el agravamiento de las desigualdades sociales. La conformación y profundización de una sociedad cada vez más desigual, entre aquellos sectores de mayor concentración de la riqueza y los sectores populares, además de la clase media cada vez más reducida y empobrecida.

Resistencia y Esperanza

En tiempos de crisis y desafíos, es fundamental comprender el papel histórico y actual de las políticas sociales en la conformación de la sociedad. Las luchas por la justicia social y la defensa de los derechos deben ser prioridades para construir un futuro más equitativo y digno para todos los ciudadanos.

Desmantelamiento de Programas Sociales y Cierre de Centros de Referencia: El Ataque a lo Público

En este contexto de degradación y vaciamiento de la política y lo político, desciudadanización, y demonización de todo lo vinculado a lo público estatal (como en la década de 1990), entre ellos a sus trabajadores/as, Sandra Pettovello, Ministra de “Capital Humano”, anuncia el desmantelamiento de programas sociales y el cierre de los 59 Centros de Referencia (CDR) ubicados en diferentes puntos de la Argentina profunda y el despido de 600 de sus trabajadores, en su mayoría Trabajadores/as Sociales, justificando esta decisión bajo el falso argumento de que los CDR son «cajas de la política y refugios de ñoquis» y que en realidad son parte de la burocratización del Estado.

Nada más lejos y falso que estas afirmaciones, ya que justamente estos centros se crearon para descentralizar y territorializar al por entonces Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, con el fin de que el Pueblo tenga un acceso rápido y directo a las políticas sociales implementadas por el Estado. Los CDR, al igual que los Centros de Integración Comunitaria (CIC), significaron un cambio de paradigma en las Políticas Sociales en Argentina, cambio liderado por la Dra. Alicia Kirchner, ÚNICA TRABAJADORA SOCIAL que estuvo como Ministra de Desarrollo Social de la Nación desde la creación de este Ministerio.

La Defensa de la Dignidad y los Derechos Sociales

Un paradigma que le devolvió la dignidad a los destinatarios/as de las políticas sociales, ya que éstos/as fueron concebidos como sujetos/as de derechos. Derechos vulnerados por el Neoliberalismo, profundizado en la década de 1990, la segunda década infame (la primera década infame fue la década de 1930). Un paradigma construido desde abajo hacia arriba, desde los territorios, desde la construcción colectiva en los barrios, en el barro, en las chacras, en la comunidad. Un cambio de paradigma que implicó levantar en alto las banderas de la justicia social y los Derechos Humanos. Con una Ministra que siempre asumió que los Derechos Humanos son también derechos sociales y que entendía que la mejor política social era el trabajo. De allí los numerosos programas sociales que apuntaban en esa dirección.

Desconexión y Desprecio hacia la Realidad Social

Sandra Pettovello tiene una absoluta ignorancia en materia de Políticas Sociales, desconoce los territorios, los barrios populares, la Argentina profunda, y lo que es peor aún, no le interesa conocer, porque al igual que su íntimo amigo y jefe político, desprecia al Pueblo y lo popular. Desconoce que en la Pandemia los CDR se constituyeron en piezas claves para cuidar a la ciudadanía, que los/as trabajadores/as sociales estaban en primera línea y que muchos/as de ellos/as murieron contagiados/as por COVID. Desconoce la enorme labor de los/as Trabajadores/as Sociales en materia de reparación, ampliación y ejercicio real y efectivo de derechos.

La Lucha por la Reconstrucción Social

Estamos ante un enorme proceso de desciudadanización y para ello necesitan de un ESTADO GENDARME que reprima y criminalice las protestas sociales, con claras políticas de censura, cerrando medios de comunicación como la Agencia TELAM. Necesitan de operadores mediáticos que tapen la realidad y creen las condiciones para construir determinados imaginarios y representaciones sociales que, luego de repetirse insistente e incisivamente, se instalan como “sentido común”.

Ya no estamos en el marco de un Estado de derechos, sino en la ley de la selva (el Mercado), donde sobrevive el más fuerte. Se profundiza la idea (instalada por el macrismo) de que los que reciben asistencia del Estado son todos/as vagos/as, culpables de la situación en la que se encuentran porque no quieren trabajar, choriplaneros/as, kukas, “orcos” (que sería el remake del aluvión zoológico de la década de 1940), entre otros descalificativos. También estigmatizan a todos/as los/as trabajadores/as estatales y empleados/as públicos repitiendo hasta el hartazgo que son todos/as ñoquis, militantes k, parásitos que viven del Estado, etc.

Conclusión: Resistencia y Reconstrucción

El resultado (muy bien planificado y eficaz, por cierto) la pelea de pobres contra pobres, trabajadores/as contra trabajadores/as. Pero la realidad es que los únicos parásitos que viven del Estado son los que nos gobiernan, lo bueno es que ellos también pasarán (como una de las etapas más sórdida y nefasta de la argentina) y nosotros/as quedaremos, como siempre, luchándola, reconstruyendo los pedazos que estos/as miserables dejen, acuerpándonos para volver a tejer sueños y esperanzas colectivas, porque amamos este maravilloso país, un país que intentan gobernar pero que en realidad detestan. Espero que cuando regrese un gobierno del campo nacional y popular, vuelva a estar un profesional del Trabajo Social a cargo de un Ministerio que es clave para la vida cotidiana de nuestro pueblo y el ejercicio de la ciudadanía.

Por Por Redacción Metaversoar

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