LIMA (AP) — La presidenta de Perú, Dina Boluarte, amplió el estado de emergencia que suspende algunos derechos fundamentales de los ciudadanos ante la propagación de las protestas contra su gobierno, en las que ya han muerto casi 50 personas.
Las movilizaciones comenzaron en diciembre, apenas asumió el poder tras la destitución de su antecesor, Pedro Castillo, por haber intentado cerrar el Congreso de forma ilegal.
El gobierno de Boluarte decretó estado de emergencia desde el domingo 15 de enero y por 30 días en tres departamentos, tres provincias y un distrito. La norma se publicó el sábado en la noche en una edición extraordinaria digital del diario oficial El Peruano.
El estado de emergencia suspende los derechos constitucionales de inviolabilidad de domicilio y , así como las libertades de tránsito, reunión y seguridad personales..
La mandataria impuso el estado de emergencia en todo el país en diciembre durante un mes, que ya se cumplió.
Este nuevo estado de excepción se decretó para el departamento de Lima, donde se ubica la capital del país, y las regiones de Puno y Cusco, en el sur peruano; la región y provincia del Callao, colindante con la capital; una provincia de la región Apurímac; otras dos de Madre de Dios; y un distrito en Moquegua, estas últimas también jurisdicciones sureñas.
La norma establece que en estos lugares la Policía Nacional mantiene el control del orden interno con el apoyo de las Fuerzas Armadas con el fin de contener posibles convulsiones.
La medida incluye cinco carreteras que atraviesan el país, tras varios incidentes de bloqueos de vías en las protestas que paralizaron el trasporte de personas y mercancías.
Además, se estableció un toque de queda nocturno en Puno, uno de los epicentros de las protestas, por 10 días desde las ocho de la noche hasta las cuatro de la madrugada. Está medida se había dado antes por tres días desde el martes 10 hasta el viernes 13.
La Defensoría del Pueblo había informado el sábado por la tarde de nuevas movilizaciones, paralizaciones y bloqueos de vías en 33 provincias, la mayoría de regiones del sur del país.
Además, registró 100 cortes en carreteras nacionales y un ataque a unidades de transporte público para obligarlas a sumarse a protestas en la región sureña de Arequipa.