El precandidato a legislador por la Ciudad y presidente de aptitud renovadora desarrolla un programa donde la educación pasa de ser una forma de consumo a ser vista como una inversión y como uno de los principales pilares del desarrollo económico. El capital de trabajo humano acumulado con la Educación resulta fundamental para mejorar no solo la prosperidad económica individual, sino también la prosperidad de la sociedad en su conjunto, así podemos ver una disciplina económica conocida como “Economía de la Educación laboral”.

La educación es un bien de inversión y, como tal, constituye una contribución al desarrollo económico. Esta inversión puede resultar en varios tipos de beneficios que, si bien se encuentran conectados entre sí, resultan analíticamente distinguibles como:

  • Aumento de conocimientos (Educación) y destrezas (Experiencia) que acrecientan los factores de producción;

De que estamos hablando. La educación ya no es más un bien de consumo o un gasto mas. Hoy nos encontramos con un mercado laboral que requiere desplegar habilidades prácticas que un curso o las mismas universidades hoy no tienen o no te brindan. De esta forma, podemos asegurar el manejo de nuevas herramientas laborales y el logro de experiencias en el campo de la practica laboral. Mi experiencia de 15 años, en el sector privado en el desarrollo de la inversión del capital humano, ya sea desde el emprendedor, empleador, cuentapropista y hasta el dependiente me han dado el conocimiento practico para hoy crear este programa de la Economía de la Educación Laboral y la actualización en el sector privado laboral.

En este primer análisis, quiero enfocar en la Economía de la Educación Laboral con un ejemplo que puse en práctica en mi consultora.

No debemos dejar de lado que, la ola y lo cambios tecnológicos que constituyen la 4° revolución industrial, nos traen la modernización y el desarrollo de nuevos vínculos laborales, pilares en el desarrollo de este programa en vista al Trabajo y el Empleo de la Argentina del 2030.

Veamos un ejemplo.

Factor A y Factor B.

Ambos en una misma oficina. Con la misma notebook o computadora, el mismo mousse, el mismo monitor, la misma silla, el mismo escritorio, tanto el factor A como el B tienen todo de manera igual.

Tarea. Armar una tabla de Excel dinámica para un presupuesto a fin de día.

Condición. Terminarlo en 6 horas y tenerlos listo para su impresión o envió al cliente.

Resultado. Ambos trabajos fueron terminados de manera perfecta, sin objeciones y listos para enviar al cliente.

Pero hubo una diferencia, mientras el factor B lo entrego en 6 horas, el factor A lo entrega en 3 horas.

Diferencia. El Factor A tenían un amplísimo conocimiento técnico y practico en manejo de Excel, nivel avanzado que lo llevo a reducir el trabajo encomendado a la mitad de tiempo del Factor B.

Moraleja: Debemos tener en cuenta que las consecuencias de la Educación laboral son una forma de invertir en el capital humano.

Cuando hablamos de capital humano, consideramos el conocimiento como un factor más del proceso de producción. Cuanto mayor sea el nivel de formación, mayor será la capacidad de generar bienes y servicios, y, en consecuencia, su salario también crecerá. La educación tiene un valor incalculable que es su gran capacidad para aumentar la productividad de los trabajadores.

Las personas más educadas perciben salarios más altos, experimentan menor desempleo y trabajan en ocupaciones más prestigiosas que las personas menos educadas. Esto es, existe una percepción creciente de que la educación juega un papel fundamental en el análisis moderno de una nueva Economía de educación laboral y del capital humano.

Por Juan Pablo Chiesa

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